Los que me inspiran


"Así, cada iglesia, cada religión, cada comunidad humana, es sólo un lugar de paso, una tienda sobre la tierra, para peregrinos que están en su camino a la ciudad de Dios." Bede Griffiths

"Debemos expresar apasionadamente nuestra visión y cada uno debe gritar del modo en que mejor sepa hacerlo" Ken Wilber



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miércoles, 12 de agosto de 2020

Sri Aurobindo



   Durante el año 1983 hice un largo viaje por India. Era un viaje planeado y preparado con mucha anticipación, y parte ineludible de mi búsqueda espiritual. Uno de los primeros lugares que visité fue Pondicherry, donde estaba el ashram de Sri Aurobindo y Madre. Ya sabía algo sobre ellos, pero no demasiado, y fue a partir de esa visita, de los encuentros que tuve, los libros que comencé a leer y las prácticas en las que fui introducida, que la figura de Sri Aurobindo se erigió en la de uno de mis Maestros, de quien aprendí y continúo aprendiendo.

  Considerado como uno de los filósofos espirituales más importantes de la historia, (al nivel de un Platón o un Plotino o un Hegel) es importantísimo lo que nos ha dejado, aunque son muchos los que aún no lo han descubierto.

   Sri Aurobindo nació en 1872, hijo de un médico admirador de Occidente, quien lo envió cuando tenía apenas siete años a estudiar a Inglaterra (a él y a sus dos hermanos). Apartados de su entorno familiar y viviendo entre extraños en un país lejano, en una época en que no había teléfonos ni otros facilitadores de la comunicación que no fueran cartas y telegramas…
 
   Esos años en Inglaterra  -a partir de cierto momento-  fueron difíciles para los tres hermanos, ya que su padre no podía mandar el mismo dinero que al principio. Tuvieron que atravesar muchas penurias materiales, pero Aurobindo era un alumno brillante y consiguió una beca para estudiar en Cambridge. Además de los estudios formales, consagró su tiempo restante a leer muchísima filosofía y literatura, descubriendo también los antiguos textos sagrados de la India, que fueron muy reveladores para él.

   A la muerte de su padre volvió a su país, y trabajó durante muchos años como empleado del Maharajá de Baroda, ocupación que incluyó –durante algunos períodos- la de profesor de literatura. Comenzó también a participar en la lucha política nacionalista, mientras dedicaba su tiempo libre a leer textos sagrados en sánscrito, como los Upanishads, y a escribir poesía. 

   De a poco comenzó a interesarse por el Yoga, a conocer yoguis y sadhus, y a tener sus primeras y espontáneas experiencias espirituales.  En 1905 inició la práctica del Yoga de un modo más formal, acentuándose su apertura a lo espiritual  y la profundidad de sus experiencias.

   En 1908 cayó prisionero de los ingleses, pero el tiempo que pasó en prisión fue transformador debido al alcance de sus experiencias espirituales y porque se conectó con una voz interior que lo fue confortando y guiando, haciéndole comprender cual sería su misión.

   Dice de sí mismo, en una carta:
   “… Yo no tenía todos los poderes necesarios cuando comencé. Tuve que desarrollarlos con el Yoga…”

   Después de un año en prisión y un año en libertad, supo que lo iban a volver a arrestar. Entonces, siguiendo los dictados de su voz interna, se refugió en Pondicherry, una ciudad que era colonia francesa.

   Le dice a un discípulo en una carta:
   “Usted cree que en mí … nunca hubo dudas o desesperación, ni conflictos de ninguna clase. Yo he soportado todos los golpes que los seres humanos han soportado, de lo contrario no sería capaz de asegurarle a los demás que esto también puede ser conquistado”.

   Desde Pondicherry, ya abandonada para siempre la política, dedicó toda su energía al desarrollo de su  visión y de su sistema de Yoga.

   Escritor prolífico y periodista durante sus años de lucha política, comenzó ahora a volcar en el papel sus ideas espirituales. En pocos años quedó escrito su mensaje, que de acuerdo a lo que él mismo confesara, le fue transmitido desde planos más elevados.

   Con sus palabras:
   “…No pienso, es desde una mente silenciosa que escribo lo que viene ya formado desde arriba”.

   En 1920 se unió a su tarea Mirra Alfassa (Madre), a quien había conocido varios años atrás, y que había comenzado su relación con él como colaboradora y discípula. Madre se convirtió en su compañera espiritual y se hizo cargo del Ashram a partir de 1926, cuando Sri Aurobindo se retiró en soledad (para desarrollar su Yoga en condiciones más perfectas). Sin embargo, no dejó de guiar a los discípulos que seguían su camino: se comunicaba con ellos mediante cartas.

   Como dice en una de esas cartas:
   “No estoy haciendo nada para mí solo, no tengo necesidad personal de nada…”

   Sus enseñanzas parten de la de los antiguos sabios de la India, ya que fue en los Vedas donde halló el fundamento de su visión (los Vedas son los textos espirituales más antiguos del planeta). Y aunque sus ideas son vastas y complejas, y requieren de un estudio metódico para ser bien comprendidas, intentemos una síntesis en este post:

 . La realidad es un continuo de Conciencia con diferentes dimensiones, con diferentes planos, estando cada plano en conexión con los otros por encima y por debajo de él. 
 . Hay por encima del actual plano o nivel de conciencia humano, planos sucesivamente superiores, niveles superiores de Conciencia.
 . Lo Divino se ha manifestado, ha involucionado en la materia, y continúa manifestándose más y más, para expresar esas dimensiones más elevadas y perfectas del Ser en la realidad humana. Hay una evolución de la Conciencia detrás de la evolución de las especies, y el universo crece hacia una mayor luminosidad y perfección.
. Esta evolución –que es espiritual- terminará en una realización individual y colectiva sobre la tierra, en la perfección divina del ser humano. El próximo paso de la evolución es el desarrollo de la Supermente o Espíritu como poder dominante en el ser conciente.

   Estas ideas sobre la evolución de la Conciencia fueron retomadas por pensadores contemporáneos,  Ken Wilber entre otros, y se inscriben dentro de lo que conocemos como Sabiduría Perenne.

   En cuanto al Yoga de Sri Aurobindo, es un conjunto de prácticas que desarrolló a  partir del trabajo sobre sí mismo. Dichas prácticas pueden acelerar el proceso evolutivo, dando lugar al crecimiento de la conciencia en el practicante, mediante una completa Transformación. Su Yoga es diferente en muchos aspectos a los demás sistemas conocidos, pero profundizar en esto excedería el propósito de este post.

 Sri Aurobindo desencarnó en 1950, pero su visión de la realidad, sus enseñanzas y sus aspiraciones continúan totalmente vivas, más actuales y más necesarias que nunca.  

   Como dicen algunos versos de su obra épica “Savitri”:

Oh, seguramente algún día él acudirá a nuestro clamor,
Un día él creará nuestra vida de nuevo
y pronunciará la mágica fórmula de paz
y traerá perfección al esquema de las cosas.
…..
Entonces terminará aquí la Ley del Dolor
La tierra será el hogar de la luz de los Cielos
….
El rayo de la Supraconciencia tocará los ojos de los seres humanos
En la materia se encenderá el brillo del Espíritu



Las citas  son  traducción de:

Letters on Yoga . Sri Aurobindo Ashram. Pondicherry
Savitri. A legend and a symbol. Sri Aurobindo Ashram. Pondicherry